El Plan Confianza compensó el desplome de 862 millones de la licitación estatal durante el pasado año
Como los malos árbitros, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha optado por barrer para casa. De hecho, como avanzó el pasado mes de agosto el propio jefe del Ejecutivo, los recortes presupuestarios no han afectado a su provincia natal, León, que el pasado año percibió inversiones del Estado por valor de 385 millones de euros. Con una población que apenas alcanza los 499.000 habitantes y una extensión de 15.581 kilómetros cuadrados, la consignación presupuestaria para la tierra del jefe del Ejecutivo superó el pasado año a la de toda la Comunidad Valenciana —que se quedó con 356 millones de euros—, a pesar de que cuenta con más de 5,11 millones de personas censadas y ocupa un territorio de 23.255 kilómetros cuadrados.
Los datos corresponden a la estadística provisional de licitaciones que aporta la patronal de obra pública Seopan, presidida por el que fuera en la anterior legislatura jefe de la Oficina Económica de La Moncloa, David Taguas, nada sospechoso, en consecuencia, de entrar en connivencia con las tesis defendidas por el Partido Popular.
Las cifras evidencian el mimo que dispensa el Gobierno en un feudo, el de su presidente, donde no se han percibido los ajustes presupuestarios derivados de la crisis y en el que la ejecución de las obras del AVE ha comportado una inversión millonaria.
En cambio, el descenso en la Comunidad Valenciana ha resultado brutal, al pasar de los 1.100 millones licitados durante 2009 a los poco más de 356 del pasado ejercicio, de acuerdo con las cifras aportadas por Seopan.
Por contra, la Generalitat ha mantenido el pulso inversor gracias al Plan Confianza, una iniciativa del Consell que busca compensar a través del impulso de las infraestructuras públicas la caída de la actividad económica y, de esa forma, mitigar los efectos sobre el mercado laboral. En 2010, las licitaciones superaron los 594 millones de euros, lo que supone un descenso del 8,4 por ciento.
Comparativa regional
Un retroceso en todo caso muy inferior al detectado en el conjunto de las gobiernos autonómicos, que redujeron la inversión una media del 21,3%. Regiones gobernadas por los socialistas, como Andalucía o Extremadura, aplicaron recortes del 62 y el 44 por ciento respectivamente, según Seopan, que elabora su información a través de los distintos boletines oficiales que se publican en España.
El Plan Confianza, calificado una vez más como «humo» por parte del PSPV, también ha resultado vital para sostener la inversión en obra pública en una coyuntura marcada por el frenazo en seco de la construcción residencial.
La dotación en infraestructuras puesta en marcha durante el pasado año por las corporaciones locales de la Comunidad Valenciana ascendió a más de 888 millones de euros. El esfuerzo del Consell y las Administraciones municipales permitió que las licitaciones al final del año se situaran en un total de 1.839 millones, con un descenso del 37%, marcado por el descenso inversor del Ejecutivo central, que a pesar de la puesta en marcha del AVE a Valencia ha dejado obras en limbo como la conexión por alta velocidad con Castellón.
Esta provincia, además, ejemplifica el agravio respecto a la tierra natal de Zapatero. De hecho, la inversión estatal en Castellón apenas alcanzó el pasado año los 21 millones de euros, en la línea de otras como Teruel, Salamanca o Soria, a pesar de su pujanza económica y su nivel de población, y muy lejos de los 385 millones de euros que ha percibido en dicho periodo León.
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