Les dejamos con una buena reflexión sobre la política del PSOE en referencia a
La prohibición de fumar en lugares públicos
El socialismo del PSOE disfruta imponiendo su voluntad sobre los ciudadanos, no importa el motivo, el caso es prohibir, de esa forma se envía el mensaje subliminal sobre quién manda, quién domina. Ahora le ha tocado al asunto de fumar. En este caso el Gobierno mata varios pájaros de un tiro.
De una parte se hace el bueno, el protector de los ciudadanos que sufren como fumadores pasivos; camareros, niños, ancianitos, horteras, repugnantes, renegados ex-fumadores…etc. Aduce aquí a la salud de todos estos inocentes perjudicados por los malvados egoístas agresores fumadores que les contamina.
Eso sí, como la pela es la pela y los impuestos por el tabaco dejan mucha pasta, de cerrar las fábricas, estancos, máquinas automáticas y demás medios de distribución, de eso nada monada. De otra parte consigue, una vez más, el fraccionamiento de la sociedad civil. Esta vez mediante el tabaco, otra mediante la religión, otra mediante el aborto, otra mediante el mundo gay, así, van tirando para que nunca pueda haber una mayoría hegemónica de gente decente, por que ellos son maestros de la pesca en río revuelto. Al mismo tiempo que este tema oculta durante algún tiempo el principal que más les corroe, el paro, del que son maestros productivos.
Hace falta tener muy poca vergüenza, cuando un Gobierno que prohíbe el consumo de tabaco, es él el mismo que lo vende y recauda escandalosos impuestos por ello. Cuando sabe de sobra, que cientos de toneladas de cocaína, heroína, hachís, pastillas y otros estupefacientes, incluido las bebidas alcohólicas, muchísimo más perjudiciales para la salud y para la sociedad, las puede adquirir cualquiera, a cualquier hora en casi cualquier sitio de casi cualquier ciudad.
Si algo bueno tiene España, además de su clima o su gente, es su desenfadada y alegre forma de vida, esto vale para la totalidad de los territorios, cada uno a su manera, mas todos con una forma de vida en común desde hace muchísimos años, cual es -un poco- la vida en la calle, en los bares o en los restaurantes.
Pero, por favor, que alguien me diga como en una macrodiscoteca, uno de esos locales con cientos de personas bailando al ritmo ensordecedor de la música que sea se podrá impedir que alguien esté fumando, follando, drogándose o algo peor. Sin duda éste Gobierno y su responsable en este caso la ministra Pajín, tendrá preparados unos cien mil “Hombres de Harrelson”.
No señor, será el pequeño empresario, el que tiene un bar de “birras”, el que tiene un bar de comidas para “paletas, ecónomos, eléctricos, seguratas o comerciales”, e incluso el que se gastó su dinero en mamparas, el que pagará el pato. Cuando el Gobierno –que él mismo más tarde se saltó su propia ley a la torera- autorizó que hubiera espacios aislados para fumadores.
Quiero aclarar que, yo he dejado de fumar hace ya muchos años por voluntad propia, sin que haya tenido que venir el PSOE a decirme lo que me conviene. Tan sólo me queda una cosa por ver. En mi barrio hay un Restaurante que cuando empezó este asunto, hace ya un par de años, éste empresario ha puesto en su cristalera un rótulo muy grande que dice: En este local está permitido fumar. Esto tiene cierto interés por que, éste pequeño empresario es uno de esos que, sino fuera porque su restaurante ofrece unos productos cuya relación calidad precio resulta muy buena, no se entendería que usted llamara por teléfono para preguntar, por ejemplo.
Buenos días, restaurante…., ¿sería usted tan amable de decirme el menú que tienen para el día de hoy?
¡Cualquiera sabe lo que habrán hecho esas mujeres hoy! ¡Oiga, si quiere venga por aquí y ya lo verá, que algo de comer habrá y sino vaya a otro sitio!
Este tío, sin embargo, casi todos los días llena su local y además, cobra más caro que todos los de su alrededor.
¿Se atreverá a seguir manteniendo su letrero?
¿Serán capaces de quitarle su letrero? Se lo diré pasados unos días.
Esto son lentejas, si quieren las comen y sino las dejan.
Euclides.
Comentario: Sin duda los primeros beneficiados sean los fumadores pasivos, que al menos en los lugares públicos respirarán aire puro. La lástima ha sido que los propietarios de estos lugares públicos (bares, restaurantes, pubs...) tuviesen que hacer un desembolso importante para adecuar sus locales hace apenas unos años, para acabar ahora así. Todo fruto de una pésima gestión política del gobierno al que parece no importar la economía de estas empresas.
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